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Microplásticos en el 90% de la sal de mesa a nivel mundial

Un nuevo estudio ha revelado que el 90% de las marcas de sal de mesa en todo el mundo contienen microplásticos. Esta investigación, llevada a cabo por científicos de Corea del Sur y Greenpeace East Asia, analizó 39 marcas de sal provenientes de Europa, América, Asia y África, y descubrió que 36 de ellas contenían restos de microplásticos. Estas partículas microscópicas, generadas principalmente por la descomposición de plásticos más grandes, se han vuelto omnipresentes en el medio ambiente, contaminando desde los océanos hasta los alimentos que consumimos.



La concentración de microplásticos varía según la región de origen de la sal. Las muestras procedentes de Asia, especialmente de Indonesia, presentaron las mayores concentraciones, lo que pone de manifiesto el grave nivel de contaminación plástica en esa región. Indonesia, un país con una costa extensa, ha sido identificado como uno de los puntos más críticos del mundo en cuanto a la contaminación por plásticos, según un estudio independiente realizado en 2015.


Este hallazgo añade una pieza más al creciente rompecabezas sobre los efectos de los microplásticos en la salud humana. Aunque se estima que el adulto medio consume alrededor de 2.000 microplásticos al año a través de la sal, los científicos aún no tienen claro cuáles son las repercusiones de esta ingesta. Un estudio paralelo de la Universidad de York advierte de que, si bien los microplásticos están presentes en nuestros alimentos y agua, todavía se desconocen los efectos precisos de su acumulación en el cuerpo humano.


¿Qué significa para nuestra salud?


A pesar de la falta de conclusiones definitivas, la preocupación por los microplásticos sigue creciendo. Las partículas de microplásticos, que incluyen fragmentos, fibras y microesferas, provienen de una amplia variedad de fuentes, incluidos envases de plástico, productos cosméticos y ropa sintética. Estas pequeñas partículas pueden transportarse a través de los ecosistemas marinos y llegar a los alimentos que consumimos, lo que genera incertidumbre sobre su impacto a largo plazo.


Los investigadores instan a que se continúen realizando estudios para comprender mejor los efectos a largo plazo de los microplásticos en la salud humana y en el medio ambiente. Mientras tanto, la recomendación general es la de reducir el uso de plásticos de un solo uso y promover la adopción de alternativas más sostenibles.


Un problema que afecta a todo el mundo


Este estudio, publicado en la revista Environmental Science & Technology, es uno de los primeros en analizar la extensión geográfica de los microplásticos en la sal de mesa. Las muestras recogidas en países como España, Estados Unidos, China, y otros, demuestran que ninguna región es ajena a este problema. En algunos casos, como el de Taiwán y Francia, se encontraron marcas que no contenían microplásticos, lo que sugiere que ciertos métodos de producción, como la evaporación solar y el refinamiento de sal, pueden ayudar a reducir la contaminación.

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