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Las montañas del mundo en peligro: biodiversidad, agua y hábitats amenazados por el cambio climático

Las montañas, guardianas de la biodiversidad y esenciales para el equilibrio climático, enfrentan una crisis sin precedentes. El cambio climático, la contaminación y la sobreexplotación de recursos están poniendo en riesgo estos ecosistemas únicos, que albergan al 15 % de la población mundial, el 50 % de la diversidad biológica del planeta y 25 de los 34 puntos críticos de biodiversidad global, según datos de Naciones Unidas.



Montañas: pilares de la vida y biodiversidad

Estos gigantes de roca y hielo albergan al 15 % de la población mundial y casi la mitad de la diversidad biológica del planeta. Además, contienen 25 de los 34 puntos críticos de biodiversidad identificados en el mundo, lo que los convierte en epicentros de vida. Sin embargo, su fragilidad se pone de manifiesto en los Pirineos españoles, donde más del 80 % de los glaciares han desaparecido, y la proyección para 2050 es aún más devastadora.

“La pérdida de los glaciares influye directamente en la disponibilidad de agua, un recurso crítico en regiones como España, que enfrenta graves problemas de sequía,” explica Mónica Parrilla, de Greenpeace.


Pérdida de hábitats y bosques

La degradación de los suelos y la deforestación avanzan a un ritmo alarmante. Según un estudio de las universidades de Leeds y Meridional de Ciencia y Tecnología, desde el año 2000 se han perdido 78,1 millones de hectáreas de bosques de montaña, afectando a más del 85 % de las especies de aves, mamíferos y anfibios que dependen de estos hábitats.

En España, factores como la sobreexplotación y el abandono rural agravan la situación, mientras que el cambio climático fuerza a las especies a migrar a mayores altitudes, desplazando a las especies endémicas de montaña. Diana Colomina, de WWF, destaca que los incendios forestales, cada vez más virulentos, transforman irreversiblemente estos ecosistemas.


La contaminación, un problema que escala a la cima

Los residuos no respetan fronteras ni altitudes. Un informe de la ONG noruega GRID-Arendal documenta la presencia de plásticos en todas las cordilleras del mundo, desde los Pirineos hasta el Everest. En este último, miles de escaladores dejan tras de sí toneladas de desechos que contaminan los suelos y las fuentes de agua.

El plástico no solo es un problema estético; también amenaza la salud de las comunidades locales y la vida silvestre que dependen de estos ecosistemas,”

advierte Parrilla, quien también llama a una mayor cultura ambiental y percepción del riesgo.


Una ventana de oportunidad

En medio de este panorama desolador, la reciente Ley de Restauración de la Naturaleza, en vigor desde agosto de 2024, ofrece una luz de esperanza. Esta normativa busca promover la conservación y recuperación de los ecosistemas de montaña, una herramienta clave para enfrentar el cambio climático y preservar los recursos hídricos.


Sin duda, las montañas no son solo paisajes majestuosos; son fuentes de vida, equilibrio climático y biodiversidad. Protegerlas es una responsabilidad global. En este Día Internacional de las Montañas, recordemos que cada acción cuenta: desde reducir nuestra huella de carbono hasta mantener limpios estos ecosistemas únicos.

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